lunes, 20 de enero de 2014

Verdad: aquéllo que es cierto.

Mucho se habla hoy de qué es verdad. Cómo que todo puede serlo, o como que es cuestiones de opinión.

Lo cierto es que la verdad es cuestiones de opinión en la heladería. Cuando uno elige un gusto... las llamadas "cuestiones de gusto".

Cuando ya empezamos a hablar de -opinión- apropiadamente, hablamos de -fundamentos-, pues claro está que con ellos se dan las opiniones.

Y cuando hablamos de -fundamentos-, ahí entran a jugar vital importancia el tema de los libros, las lecturas, los estudios y por supuesto la inteligencia para razonar.

La experiencia... es decir aquello que se lo pone como separado de los libros, cuando en realidad participa de ellos de una forma especialmente íntima y segura desde siempre.

En fin, la verdad es "aquéllo que es cierto", o al menos fidedigno diría yo respecto de cierta representación verbal de la realidad; también aquello relativo a los gustos y a la subjetividad.

La subjetividad es en realidad una cosa mucho más amplia, y no atañe a los gustos solamente, sino a toda una interioridad que también tiene sus leyes concretas; la "consciencia" por ejemplo.

E incluso quienes tengan la consciencia adormecida en ciertos aspectos, están inmersos en la realidad... psiquiátricamente serían perversos, psicológicamente mal-influenciados, etcétera.

En fin, la verdad es aquéllo a lo cuál nos conviene estar bien adaptados, pues es sinónimo de realidad (parafraseando a un presidente argentino) tanto externa como internamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.